El compromiso de la Dirección es fundamental en la implantación y certificación de un Sistema de gestión en una organización. La decisión debe tomarla ella y mantenerla, dando ejemplo al resto de las personas implicadas.
En la implantación y mantenimiento de un Sistema de gestión, el papel de la alta Dirección de la organización es fundamental. Sin su absoluta implicación nada es posible.
La gestión de un sistema pasa por la implicación de la Dirección, no solo porque sea un requisito que exijan las normas ISO 9001, ISO 14001 o el estándar OHSAS 18001, sino porque sin el convencimiento de la misma no se van a poder llevar a cabo las múltiples tareas que se van a tener que desarrollar.
La implantación de un Sistema de gestión puede implicar entre otras cosas:
* Tomar decisiones de cambio en los métodos de trabajo utilizados en la organización
* Dar formación al personal
* Actualizar o renovar el parque de maquinaria
* Contratación de nuevo personal
* Realizar inversiones en infraestructuras, instalaciones, personal o en el propio Sistema
Por otro lado, el mantenimiento del Sistema, implica:
* Establecer objetivos de mejora
Por último, la certificación del Sistema, implica:
* Sufragar los costes de auditorías externas
La Dirección debe estar convencida del paso a dar antes de embarcarse en el proyecto de implantar un Sistema de gestión, porque de no ser así, no merece la pena invertir tiempo, esfuerzo y dinero en esa aventura. Hay que sopesar con anterioridad la inversión realizada y los beneficios a obtener.
Los trabajadores se implican más desde el comienzo si ven a la Dirección implicada también. Si desde arriba no hay un compromiso firme y tangible, difícilmente los trabajadores creerán que su trabajo vale la pena y se limitarán al mínimo esfuerzo. De nada sirve embarcarse en esta aventura y luego poner pegas a todo, querer ahorrarse la formación del personal, abrasar a los trabajadores con tareas añadidas cuando igual es necesario la contratación de una persona encargada del Sistema, negarse a realizar inversiones en maquinaria o instalaciones, etc.
Hay que tener en cuenta que la implantación de un Sistema de gestión y su posible certificación son totalmente voluntarias, las normas de la serie ISO no son de obligado cumplimiento, sino de carácter voluntario. Otra cosa muy distinta es que si decidimos certificar nuestro Sistema de gestión debamos cumplir con lo establecido en la normativa aplicable. Como ejemplo, la Ley 31/95 “Ley de prevención de riesgos laborales” es de obligado cumplimiento para cualquier organización, pero no así tener implantado y/o certificado un Sistema de gestión de la seguridad y salud en el trabajo según la OHSAS 18001, es decir, una organización debe cumplir con lo establecido en la Ley 31/95 pero puede que no cumpla con lo establecido en la OHSAS 18001, si no se decide a implantar dicho Sistema de gestión y/o a certificarlo.
Es por esto, que la decisión debe tomarla la alta Dirección de la organización y debe mantener su convencimiento a lo largo de todo el proceso, porque entre otras cuestiones ¿quién sino ella puede llevar a cabo la toma de decisiones importantes para la misma como puede ser contratar a una persona para que ejerza la tarea de ser el Responsable del Sistema?, o ¿quién tiene poder de firma de presupuestos de cambio o compra de maquinaria?, etc.
Por otro lado, la Dirección debe estar al tanto de todos los progresos realizados en el Sistema de gestión desde el comienzo de la implantación, es por ello que normalmente es ella quien firma en último lugar la documentación dando su aprobación a la misma y quién establece la Política de gestión con su compromiso personal con el Sistema. Es importante también que se encuentre presente en la realización de las auditorías, tanto internas como de certificación, respaldando el Sistema de gestión.
Por último, la serie de normas ISO para los Sistemas de gestión establecen que es la Dirección quien debe realizar la Revisión del Sistema como cierre de un ciclo y comienzo del siguiente desarrollando un Programa de gestión anual, que sólo ella puede plantear por tener que establecer entre otras cosas los objetivos de mejora con sus correspondientes recursos económicos y medios necesarios, y las necesidades de formación del personal, si los hubiera.
En resumen, el compromiso de la Dirección es fundamental en la implantación y certificación de un Sistema de gestión en una organización, no sólo por ser requisito normativo. La decisión primera debe tomarla ella y mantenerla mientras dure el proceso, decidiendo y avalando las modificaciones o incorporaciones necesarias que deban realizarse con motivo de la misma. En dos palabras, dando ejemplo.
* Imagen extraída de: http://office.microsoft.com
En vuestra opinión, ¿cuál es el rol que adquiere la Dirección en vuestra organización?. ¿Creéis que se implica lo suficiente en la implantación y/o certificación del Sistema de gestión?. Espero vuestras sugerencias y/o comentarios en el blog o bien en Facebook y/o Twitter.
Gabriela María
28 febrero 2013 at 16:31
Excelente, en teoría pero tuve la oportunidad de ingresar a una gran Empresa que está «CERTIFICADA» en ISO pero en la practica da mucho que desear
Natalia
28 febrero 2013 at 17:54
¡Hola Gabriela!
No es el único caso ni será seguramente el último. Muchas organizaciones se ven a veces forzadas a certificarse porque se lo impone el mercado, la competencia y/o sus propios clientes, pero eso no quiere decir ni mucho menos que se lo crean de verdad.
Simplemente implantan un Sistema de gestión que incluso es auditado y certificado, pero en mi opinión, sin el compromiso firme de la Dirección dicho Sistema de gestión se irá a pique con el tiempo puesto que el resto de los trabajadores no se querrán implicar en el tema si no ven que desde arriba también están implicados.
En ese caso, el Sistema de gestión implantado le servirá de muy poco a la organización, y seguirán apareciendo No Conformidades y haciéndose las cosas igual de bien o mal que antes, sólo que con un desembolso económico y un esfuerzo realizado importantes para la misma que no habrán merecido la pena.
Sinceramente, como tú bien dices, la teoría es relativamente sencilla, pero luego toca la pelea del día a día con la Dirección y con el resto de los trabajadores para que el Sistema de gestión llegue a buen puerto, y eso en la práctica no es tan sencillo y el Responsable del Sistema se encuentra con muchos obstáculos.
Gracias por tu aportación.
Un saludo.
vicente
1 marzo 2013 at 18:10
Excelentes notas natalia, actualmente tengo 25 años como jefe de sistemas de gestion, estoy muy de acuerdo sin el involucramiento de la alta direccion, gerentes, subgerentes en sus respectivos niveles , un sistema de gestion no obtiene los objetivos y metas planeados y sobre todo lo alcanzamos la competitividad y rentabilidad de un negocio, por ello muchas organizaciones certificadas en ISO se van a la quiebra y con el tiempo desaparencen.
Natalia
4 marzo 2013 at 12:43
¡Hola Vicente!
Tristemente es cierto lo que comentas. La implantación de un Sistema de gestión merece la pena cuando se obtienen beneficios de su utilización en la gestión de la organización, no cuando se realiza sólo por imposición de terceros y para exhibir un bonito certificado. Muchas organizaciones no rentabilizan la inversión realizada en la misma y con el tiempo este hecho les acaba pasando factura y en mi opinión, mejor si se hubieran quedado como estaban, ¿no creéis?.
Un saludo y gracias por tu aportación.